En Planning Travel aprovechamos cualquier ocasión para conocer nuevos destinos de primera mano.

La Costa Oeste es un destino muy demandado, así que decidimos que queríamos conocerlo en primera persona para poder así poder aconsejar y dar nuevas ideas a nuestros viajeros.

Dos emocionantes semanas recorriendo la zona Oeste de EEUU. Un viaje perfecto para aquellos apasionados de la vida y cultura americana, amantes de las películas de Hollywood, o simplemente esos viajeros que disfrutan con un coche, un mapa, buena compañía y la sorpresa que el camino puede deparar en cada esquina. Un viaje lleno de aventuras.

brown and gray concrete buildings during daytime photo

San Francisco, una de las ciudades más bonitas de EEUU. Tiene magia y mucho encanto. Es una ciudad que engancha. Se disfruta a pie (con sus continuas subidas y bajadas) y en tranvía, algo que obligatoriamente debemos probar en esta estancia. Muy destacables son sus barrios/distritos, cada uno de ellos con encanto y ambiente propio: Union Square, Fisherman´s Wraf, Chinatown, Japantown, Financial District,…

También encontraremos en San Francisco dos puntos fuertes del viaje: Isla de Alcatraz y Golden Gate.

Parque Nacional de Yosemite: un enorme pulmón verde en la zona oeste del país donde pude disfrutar de increíbles trekkings en un escenario de película. Por mucha afluencia de visitantes que tenga el parque, no se nota masificado. Es un gustazo recorrer lo a pie en las rutas marcadas o con el coche por Tioga Road.


person sitting on rock looking at body of water near forest during daytime

Death Valley. Nos encontramos tras Yosemite un gran contraste paisajístico. De lo más verde a lo más árido, y donde el nombre que tiene el parque no es en vano. Las temperaturas que se alcanzan pueden superar los 50 grados en verano fácilmente. Kilómetros de carretera donde apenas encuentras otros coches. Realmente impresiona.

La siguiente parada nos lleva a otro contraste del viaje: Las Vegas, un verdadero parque de atracciones y diversión para adultos. Dos días de descanso del coche, perfecto para divertirse, probar buenos restaurantes, ir a conocidos espectáculos como los del Circo del Sol, probar suerte en los casinos o simplemente relajarse en las fantásticas piscinas del resort. Pasear por el Strip, la avenida principal donde se encuentran los hoteles temáticos, es un verdadero espectáculo. Una parada en el viaje muy divertida y recomendable.

 Las Vegas Boulevard 3600 road sign

Continuamos hasta otro de los platos fuertes de la aventura: El Gran Cañón. Una de esas experiencias que jamás en la vida se olvidan. Hay dos cosas fundamentales para hacer en la estancia en el gran cañón: ver atardecer y ver amanecer con un buen picnic-desayuno. Preparen las cámaras!

green trees on brown sand during daytime

De camino al Gran Cañón cumplimos otro sueño: con un breve desvío tuvimos la oportunidad de recorrer un tramo de la mítica Ruta 66 con una obligada parada en el mítico pueblo de Williams.

La siguiente parada fue una de las más gratas sorpresas, no sólo por la belleza y espectacularidad del lugar, sino por el alojamiento que elegimos que hizo esta parte del viaje mucho más especial, y por la gente que allí vive: los Indios Navajos. Lo mejor de Monument Valley: poder ver amanecer desde la cama con una postal de película.

brown rock formation under blue sky during daytime

Cerca de Monument Valley existe un lugar, Antelope Canyon, que es una parada perfecta para aquellos amantes de la fotografía. Las formaciones del cañón, el color de la tierra y el juego de luces a según qué horas del dia lo convierten en un auténtico espectáculo.

Nuestra siguiente etapa era la ciudad de Los Ángeles. Para llegar allí hay varias posibilidades: se puede continuar en coche si disponemos de tiempo y ganas, haciendo parada en algún pequeño pueblo de camino, o acortar distancia tomando un vuelo en Las Vegas o en Phoenix, los aeropuertos más cercanos. 

cars parked on roadside in front of houses at daytime

Una vez en Los Ángeles se puede elegir entre alojarse en la ciudad o en la zona de playas. Nosotros elegimos alojarnos en Santa Mónica y creo sin duda que fue la mejor opción. La ciudad de Los Ángeles está bien para una visita (en coche, ya que las distancias son enormes de una punta a otra, y hay bastante tráfico) conociendo los puntos más populares: Letrero de Hollywood, Beverly Hills, Rodeo Drive, Paseo de la fama….Pero como más se disfruta la estancia es en la pequeña ciudad de Santa Mónica: por las playas, el ambiente nocturno, las tiendas,…pero sobre todo por su precioso muelle. Es lo más característico y tiene una puesta de sol impresionante. En Santa Mónica pudimos aparcar el coche y disfrutar los últimos días del viaje. Únicamente lo utilizamos para conducir unos 30 minutos hasta un pequeño paraíso del surf: Malibú. Impresionante la vida y el ambiente que allí se respira.

white seagull on sand near body of water during sunset

En resumen un viaje que más que un simple viaje ha sido una auténtica y emocionante experiencia donde hemos podido cumplir varios sueños que teníamos en mente desde hacía años, y coger muchísimas ideas y material para los próximos viajes de nuestros viajeros.

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